Declaración de Principios
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LA DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE LAS HHT EN AMÉRICA
LATINA
INTRODUCCIÓN.
El Movimiento de las Hermandades del Trabajo, en su misión Apostólica, es consciente de que el objetivo de su acción, es la persona concreta del hombre trabajador, con sus aspiraciones; ubicado dentro de un contexto social, en el tiempo y en el espacio, esclavizado por el pecado pero redimido por Cristo.
Los anhelos de ser, tener, participar y trascender son un llamamiento profundo que Dios hace al hombre cuya realización constituye parte fundamental del proceso histórico de la salvación, "ya que no se puede disociar el plan de la creación, del plan de la Redención" (Anuncio del Evangelio hoy Nº 31).
Este hombre como proyecto que se va haciendo, requiere el concurso de los demás, por consiguiente de un ambiente de amor, de justicia y de paz; esto es, de una sociedad donde la familia sea la estructura básica, donde la cultura no sea un privilegio, el trabajo tenga el valor de un derecho sagrado y no de un objeto sometido a la ley de la oferta y la demanda; una sociedad donde tener no sea fin sino medio; participar sea el derecho y el compromiso afectivo en la búsqueda del bien común, dentro de una verdadera democracia, sin paternalismo ni manipulaciones, y finalmente donde la trascendencia sea la dimensión que crea la esperanza en una vida nueva y definitiva, garantizada ya en el acontecimiento Pascal de Jesucristo.
Esa concepción antropológica y cristocéntrica nos lleva a hacer la siguiente Declaración de lo que somos y de los principios orientadores de nuestra acción.
DEFINICIÓN Y OBJETIVOS
Somos un Movimiento Apostólico-social de Trabajadores que conscientes de nuestro compromiso cristiano, buscamos la promoción integral de los trabajadores.
Las presentes reflexiones, fundadas en nuestra declaración de principio para la América Latina, constituye un deseo de llevar a la conciencia de los miles de trabajadores que forman el mundo del trabajo de los países latino-americanos, también constituye un esfuerzo, parcial e incompleto, por definir nuestra identidad como movimiento en medio de otras legítimas opciones evangelizadoras. Nuestra forma de ser Iglesia es la de una comunidad de trabajadores cristianos comprometidos en la evangelización de nuestros hermanos trabajadores, de los que están cerca y de los que están lejos, de los que profesan nuestra propia fe y de los alejados. Nuestro objetivo es la evangelización mediante el testimonio profético y la promoción integral de las personas y familias a través de la capacitación cultural y profesional, y la creación de obras y servicios sociales.
Línea del SER, comprende:
- La Persona
Afirmamos que es el objeto de nuestra acción creado a imagen y semejanza de Dios. Con una vocación específica que debe realizar a través de la comunidad.
- La Familia
La consideramos una comunidad de amor, formadora de personas, educadora en la fe y promotora del desarrollo.
- La Sociedad
La entendemos como el medio vital que la persona debe transformar y humanizar de acuerdo a la medida de la realización personal y comunitaria.
- El Trabajo
Lo entendemos como prolongación de la acción creadora de Dios. Colaboración a la obra de Cristo, servicio a la sociedad. Acción que valoriza y hace a los hombres solidarios. Es el medio ordinario de subsistencia.
- La Cultura
La consideramos como expresión autóctona de los pueblos. Nacida de la acción del hombre sobre el medio. Y expresada mediante múltiples vehículos de su lenguaje y su folclor, su trabajo y reflexión. Como derecho inalienable de todo orden y enraizada en nuestra historia con sentido abierto y universalista.
Línea del TENER - HACER, comprende:
- La Empresa
La concebimos como una comunidad de personas. Encaminada al bien común de sus integrantes y de la sociedad, regida por la moral y el derecho.
- La Propiedad
Consideramos que ante todo es un derecho natural, cuyo uso depende de las necesidades de la comunidad y está en función del desarrollo personal y social.
- El Desarrollo
Lo concebimos no como simple crecimiento económico, sino como el avance auténtico e integral de la sociedad, de acuerdo con sus necesidades fundamentales, tendiendo a la promoción de todos los hombres y de todo el hombre mediante el ejercicio de su libertad y responsabilidad.
- La Economía
La concebimos como el conjunto de actividades e instrumentos, que sirven al hombre de medio para satisfacer sus necesidades básicas. No debe ser un sistema de explotación del hombre por el hombre, sino que, mediante ella, toda persona debe lograr su desarrollo integral.
Línea del PARTICIPAR, comprende:
- La Política
Es el arte de saber participar en la búsqueda y dirección del bien común; lo cual es un derecho de toda persona.
- El Sindicalismo
Lo entendemos no solo como medio de reivindicación salarial, sino como un instrumento orgánico fundamental del trabajador, para: crear espíritu solidario, controlar la acumulación injusta de la riqueza y ser agente de cambio social y político.
Línea del TRASCENDER, comprende:
- La Religión
Es la relación del hombre con Dios como realidad suprema y en nuestro caso por medio de Cristo en quien personalmente se manifestó. Relación que se apoya en la práctica al prójimo por el amor y el servicio. Responda a la aspiración de trascendencia; comprometa en el cambio interior de la persona. Y debe ser libremente aceptada.
- La Liberación
La entendemos como el proceso histórico del hombre en orden a realizar sus legítimas aspiraciones de SER, TENER y PARTICIPAR; para alcanzar su felicidad presente y futura; requiere: de la comunidad un esfuerzo constante y de los estímulos de la fe y de la esperanza.