Nuestro Fundador

Padre Abundio García Román

Padre Abundio García Román (foto)

(1906 - 1989)

Nacido en Jaraicejo, provincia de Cáceres (España), el día 14 de Diciembre de 1906, hijo de labradores. Su padre Gregorio García Rebollo, cultivaba sus propias tierras, es decir, era Gregorio un labrador que vivía con un relativo desahogo económico. Tanto él como su esposa Clodoalda Román Soleto, eran de hondas raíces extremeñas, de sólidos fundamentos religiosos y profundamente cristianos.

Su padre Gregorio fue un hombre excepcionalmente íntegro y honrado, que emigra a Madrid con su familia, como muchos extremeños de esa difícil época. Gregorio y Clodoalda encontraron trabajo como demandaderos en el Convento de las Madres Carmelitas Descalzas, en la calle Ponzano del distrito de Chamberí en la zona norte de la capital.

El padre Abundio cursó estudios con excelentes calificaciones en el Instituto Cardenal Cisneros y en el Colegio Maravillas de los Hermanos de la Doctrina Cristiana. A los diez años expresó su deseo de ser sacerdote, vocación clara y contundente para él, y en el año de 1918 entró en el Seminario Diocesano de Madrid, inicialmente como alumno externo, y un año después, gracias a sus brillantes notas, alcanzó una beca y realiza como interno todos los cursos siguientes.

El momento clave de su vida fue para él su ordenación sacerdotal el Día del Corpus Christi, el 14 de Junio de 1930. El recién ordenado recibió un excepcional primer destino, capellán para el Presidente de la Acción Católica por mandato del Arzobispo de Madrid, Monseñor Leopoldo Eijo y Garay.

La experiencia de la inmigración, la familia, sus orígenes, la excesiva crispación de la sociedad española, y el enfrentamiento directo con una profunda pobreza material, cultural y espiritual, herencia de muchos españoles de esos tiempos, ayudaron al sacerdote a discernir su camino futuro.

Terminada la Guerra Civil en el año de 1939, el padre Abundio regresó a sus clases en el seminario, dedicándose a la vez a la dirección espiritual, la confesión, a dirigir tandas de ejercicios espirituales y colaborar en las actividades de una entonces renovada y pujante Acción Católica.

En 1943 forma parte del Consejo Superior de los Jóvenes de Acción Católica, como Viceconsiliario para el Secretariado de Apostolado Obrero. En 1944 el obispo auxiliar de Madrid, Monseñor Casimiro Morcillo, le informó que había sido nombrado Asesor Provincial de Sindicatos de Madrid.

Con su nombramiento en el año de 1944 a ser Asesor Provincial de Sindicatos de Madrid, la apertura y capacidad de diálogo del padre Abundio fueron las bases de su acercamiento e inserción en el mundo del trabajo de la España de la época.

El padre Abundio había entrado de lleno a la lucha por el mundo del trabajo, sembrando así en sus ideas una visión social cristiana futurista basada en la Doctrina Social de la Iglesia y su propio instinto apostólico y social de la época.

En el año de 1947, el padre Abundio, con aprobación de la Iglesia, y con un grupo de laicos, fundó las Hermandades del Trabajo en España.

Las obras apostólicas del padre Abundio García Román eran sumamente variadas. Además de su constante actividad sacerdotal, fue director de un colegio situado en las barriadas de Entrevías en las afueras de Madrid. Durante quince años impartió clases de Literatura y Latín como profesor en el seminario de Madrid.

Su espíritu misionero llevó al padre Abundio a casi todos los rincones de España y a muchos países de América donde se crearon Centros de Hermandades del Trabajo en Colombia, Perú, Ecuador, Costa Rica y México.

La última participación del padre Abundio en una actividad de las Hermandades, fue durante el II Encuentro Hispanoamericano de las Hermandades del Trabajo en Madrid, en el mes de Octubre de 1989. Hacia el final del Encuentro enfermó, y el 30 de Noviembre falleció.

Sus restos reposan en la Capilla de las Hermandades del Trabajo en Madrid-España.